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jueves, 11 de agosto de 2011

Las tres ciudades imperiales europeas y Sissi.

Saludos dulce lector, ¿cómo te va el verano? Ya hemos pasado la mitad y espero que lo estés disfrutando a tope porque yo si. Y eso es lo que quería contarte. La razón de esta entrada y de que no haya habido otra antes es porque he estado de viaje. 9 días. En el extranjero. He hecho un tour turístico por centroeuropa, más concretamente, he pernoctado en las ciudades de Praga, Budapest y Viena.

Panorámica de Praga
Mi viaje comenzó exactamente por ese orden. Mi primera parada fue Praga, capital de la Rep. Checa. La verdad es que es bonita, casi todo el casco histórico es peatonal lo que facilita las visitas turísticas. Pero la verdad sin ofender, los checos son un poco secos tirando ya a bordes, pero bueno. Además de Praga, visité en la República Checa las ciudades de Karlovy Vary y Brno. Son ciudades llenas de encanto, la primera de ellas es una ciudad balneario en el que se puede probar agua termal a 72ºC (no es un manjar de dioses) y la segunda es una sencilla ciudad en donde pasear agradablemente.


De camino a Budapest, mi viaje paró en Bratislava, capital de Eslovaquia. Es una ciudad muy pequeña comparada con otras capitales pero posee su encanto.

Parlamento húngaro, Budapest, el 3º más grande del mundo
Ya en Budapest, pude comprobar una cosa que ya había comprobado con mis tres queridas amigas húngaras que conocí a principio de verano: los húngaros son personas muy agradables. Y por ello y por razones escultóricas, monumentales e históricas, Budapest me ha encantado. Es más si tuviese que volver a una de las ciudades que he estado volvería sin pensarlo a Budapest. La capital húngara posee virtudes que poco se realzan. Como bien dijo mi guía, ''si Budapest tuviese mar, me mudaría aquí.'' En una cena cíngara pude disfrutar de la rica gastronomía húngara y de bailes folclóricos y digo disfrutar bailes, porque me sacaron a bailarlos y no eran para nada difíciles.

Palacio Belvedere, Viena
Por último, mi tour paró en Viena, capital de Austria. Tuve la mala suerte de que los días que estuve llovió a mares (al contrario que aquí, que hubo un terralazo de muerte) y no pude disfrutar de la anciana capital del imperio Austro-húngaro pero en general también posee un encanto bastante característico. El café vienes (el cual no probé) es uno de los símbolos característicos. Lo malo fue que me topé con, no solo uno ni dos, varios austriacos que al hablarle en inglés, me respondían en alemán. Menos mal que toparon con alguien que peca de prudente y se calló el comentario de ''If I'm speaking you in English, it's because I don't speak German so please, answer me in English sir/lady'' (si le hablo en inglés, es porque no hablo alemán asi que por favor, respóndame en ingles señor/ita).

Cosas que destacar en general: los centroeuropeos tienen una manera de ver la vida distinta a la nuestra. En los horarios, en su forma de actuar, etc. Pondré un simple ejemplo: en España, cuando vas a un servicio público o en cualquier restaurante, entras sin más; allí no, debes abonar una cantidad (50 centimos o el equivalente a la moneda del país). La gran mayoría de los establecimientos en los países que no tienen euro (en mi caso, Rep. Checa y Hungría) aceptan euros como moneda de pago, pero siempre van a redondear al alza (bastante al alza) para salir beneficiados y quieren que le des billetes puesto que las monedas NO las cambian. Así que si vais a ir por países sin euro, cambiadlos antes de iros en el banco, no vais a ser víctimas de los cambios en las tiendas o en los establecimientos de cambio.

¿Por qué ese título a la entrada? La primera parte creo que es sencillo saberlo si sabes un poco de historia europea: las tres ciudades donde he pernoctado son ciudades importantes del antiguo imperio Austro-húngaro el cual se dividió tras la Primera Guerra Mundial. Pero, ¿y la segunda parte? Si sois jóvenes (como me pasó a mi) habréis escuchado hablar de Sissi Emperatriz como algo lejano. Pero a las personas que ya peinan canas sabrán el boom de las películas de Romy Schneider. Pues en esa zona es imposible escapar de su historia. No tanto en la Rep. Checa quizás pero en Hungría y en Austria es imposible. Los húngaros porque le están muy agradecidos: fue la artífice de que Francisco Jose I les diera mayor libertad a su pueblo. Y en Austria porque era el centro del imperio. Era una mujer muy adelantada a su tiempo (en su museo en Viena he visto las máquinas con las que hacía gimnasia en el siglo XIX) pero también caprichosa y obsesionada con la alimentación. Un personaje curioso que invade la historia de toda esa zona.

¿Y ahora qué? ¿Cuáles son mis planes? Pues mira, llegué el martes por la noche y aún me estoy recuperando un poco y el martes que viene (16 de agosto) rehago mis maletas. Pero esta vez será menos tiempo y a un sitio mucho más cercano. Me voy a Madrid del 16 al 21. Venga venga lector piensa un poco las fechas y la ciudad y seguro que te sale adonde me dirijo... si si, yo me voy a la JMJ. Si si, soy una de las personas que van a la Jornada Mundial de la Juventud. Curioso, ¿verdad? No te lo esperabas, ¿a qué no? Bueno, depende de quien seas y de tu espiritualidad, reaccionarás de una manera u otra.. Yo solo me limitaré a llevarme una libreta y un bolígrafo para apuntar todo lo que me ocurra en esos días y relatarlos luego por aquí y ya entonces hablaremos sobre las pros y los contras de este tipo de eventos, cuando conozcas por mi experiencia como ha sido, ¿te parece bien el trato, mi dulce lector?

Un beso dulce lector, sea quien sea :3

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